¿Quién dijo que podía ser eterno?

Bueno esta es una historia que se me dio por escribir ; espero que les guste, es media larga, pero we, hay peores ! Jajaja. En realidad la hice mas que nada para el foro de TH. pero ya que estoy la subo ^^ 
Salir a dar unos paseos después del almuerzo –que bello- saber que los alimentos pasaran a ser parte del sistema digestivo. Caminar por la vereda y ver las tiendas de ropa, de calzados, en estos tiempos hay tiendas para todo, el mundo ah cambiado. Pasar por las veredas, los centros, ver gente… Gente de aspecto normal, gente que aparenta no ser tan normal. Caminado por una calle me detengo porque al mirar hacia mi derecha veo una escalera muy onda y larga, tan larga que viéndola desde arriba pareciera la puerta hacia el infierno, aunque no estoy segura de eso, por que la gente entra y sale como si nada ocurriera-por las dudas seguiré mi camino-. 
Más adelante veo una cuadra de manzana llena de árboles y arbustos, de bancos,y una que otra estatuas. Sentados juntos en un banco de madera dos jóvenes; se veían muy raros-vestían ropa ajustada al cuerpo y de varios colores, era un detalle que llamaba mucho mi atención-. Preferí seguir mi camino. 
De repente, recordé , recordé mi dolor y mi sufrimiento, los años vividos en ese lugar, ese edificio de la calle Conde. Fue ese mismo lugar donde te di mi primer beso donde te amé...

Tenía 17 años, el 24. 
Yo tenia problemas con mis padres, y el decidió invitarme a vivir a su casa –yo acepte su invitación, después de muchos problemas familiares no podía volver a mi casa –.Luego de un tiempo de convivencia, comencé a sentir una atracción hacia el, pero el no lo sabia. Los días pasaban y cada vez podía disimular menos esa atracción, ¿acaso me estaba enamorando? No, era una locura pensar eso, siempre creí que el amor era para perder el tiempo, solo para gente tonta. Hasta que una noche, el me invito a comer afuera. Había sido una noche estupenda, pero había que regresar a casa. Mientras estaba en mi habitación, se acercó lentamente hacia mí y me regalo un ramo de flores–yo estaba leyendo un libro de mis favoritos- puso el ramo de flores sobre mi libro y cuando lo mire, nuestros ojos parecían perdidos los unos a los otros. Me tomo de la mano y me beso, después de eso la noche se había completado.
Al otro día, desperté y el no estaba-lo que me enfado bastante, ya que había sentido, que su único fin conmigo era un juego-. Pero a las pocas horas el llego con un nuevo ramo de flores- eran unas rosas blancas, y de nuevo para mi-. Al llegar, mi cara estaba empapada en lagrimas, mis ojos estaban rojos de llorar y lo primero que hizo fue preguntarme a que debía mi llanto, yo sin poder contestar (porque me había puesto tan mal que las palabras no me salían) le respondí que no creía en el amor (le había dicho algo que era cierto, pero no podía decirle la verdad sobre lo que en verdad había pensado) , el me agarro la mano y cuando me miro a los ojos me dijo que el iba a ser la única persona que iba a estar a mi lado siempre y que me iba a hacer entender y creer en el amor, un amor eterno. En ese momento no supe que responder, no podía hablarle, solo podía dar una señal que significara como respuesta un si o un no.
Pero estaba dispuesta a saber más sobre ese “amor” y como señal de si, lo abrasé fuerte y puse mi cabeza sobre su hombro.
Los días pasaban, las semanas también, y también los meses, cada día me demostraba mas su amor, y esto hacia que mi sentimiento hacia el se volviera cada vez mas intenso. Salíamos juntos, me compraba regalos, peluches, bombones.
Un 14 de febrero (día de San Valentín). Sentí la necesidad de comprarle un regalo, agarre plata y salí- no sabia hacia donde me dirigía, pero sabia que si veía un regalo lo iba a comprar y después a regalárselo- .
Cuando regresaba de haberle comprado el regalo, vi una muchacha –más o menos de su edad, unos 21 o 22 años- me llamó la atención verla en la puerta del edificio, ya que nunca la había visto antes allí. Sin darle importancia me dirigí a la habitación. Unos minutos después, -aun no se por que fue que lo hice-, mire por el balcón y los vi, al ver esa imagen, mi cara se transformo totalmente a lo que estaba. Era decepcionante, pero no solo eso, dentro de mí sentía como una mezcla de horribles sentimientos. Me quede mirando fijamente a los dos; Tom acariciaba su mano y le decía cosas (que yo desde donde estaba no podía escuchar) mientras que ella sonreía. En un momento fue tan fuerte mi bronca al ver como el la besaba, que por en mi cabeza pasaron miles de alucinaciones; llegue a pensar en salir hacia donde estaban ellos y clavarles una cuchilla. La verdad que sentí que estaba demente. 
Estos actos se habían vuelto a repetir, pero no en la puerta del edificio, en diferentes lugares-y sabia de esto porque lo había estado siguiendo durante una semana-.
Varios días después, Tom entró a la habiatcion, yo me encontraba en un sofá, actúe como si nada hubiera pasado, con total normalidad. Aunque por dentro mis sentimientos estaban destrozados, todas esas cosas que me había dicho sobre el amor eterno, eran mentiras. El jamás creyó en eso, solo lo dijo porque quería una mujer a su lado, una mujer como yo, una mujer buena, que lo quiera, una mujer que pueda pasar como tonta, mientras el se divertía, haciendo aventuras con otras mujeres por ahí. Pero se equivocaba, yo era mucho mas viva de lo que el se imaginaba. 
Esa misma tarde, mientras el dormía, le deje una nota en la mesa por si llegaba a despertarse y yo no estaba allí. Me dirigí a un lugar, no sabia que era, solo se que le dije al vendedor que necesitaba un veneno para matar ratas. Me vendió uno bastante bueno- es lo que el dijo-me retire del lugar y volví de inmediato a la habitación. Al llegar, todavía no había despertado, es decir, que no sabía sobre mi salida, ni mi nota. 
Lo desperté con mates y galletitas, cosa que le sorprendió por que no era de hacer eso. A la noche cocine-como de costumbre- y nos fuimos a dormir. Días después Tom empezó con síntomas de enfermedad; había levantado fiebre, vomitaba a cada hora y estaba muy pálido. Ante estos síntomas decidimos llamar a un doctor, quien lo atendió y le recetó un remedio. 
Me gustaba verlo así, dolorido, descompuesto y mal… quería que sufra como había estado sufriendo yo esos días que lo vi engañándome con esa mujerzuela; rubia, alta, delgada, mucho mas linda que yo. Tenia que pagar, Tom me había hecho creer en el amor eterno, yo creí en él, pero el me había defraudo, jamás en mi vida me había enamorado hasta conocerlo. El había sido mi mí único amor… pero era una pena que ya no pueda disculparse conmigo, aunque nunca iba a aceptar sus disculpas. Pobre Tom... hice con su corazón, lo mismo que el hizo con el mio; ya no sentir mas nada. 
Los días transcurrieron y todo siguió igual, pero con una diferencia, el cuerpo de Tom estaba sobre la cama y el olor que largaba , era un olor nauseabundo.
Esa misma semana la policía arrebato con una patada la puerta de mi casa, haciendo que caiga al piso,-yo estaba durmiendo ya que era la mañana-, entraron con armas, me pusieron unos fierros redondos en las manos y me llevaron a la comisaría mas cercana. Todos estos últimos años, tengo que agradécelo a Tom, pues gracias a él, pase el resto de mi vida internada en un centro psiquiátrico, hasta que un día me canse y por travesura ate una soga alrededor de mi cuello, al principio no existía el dolor, solo la asfixia, esa necesidad de falta de oxigeno, pero después de unos segundos ceso…

Que bello salir después del almuerzo a dar un paseo, es una pena que mi cuerpo y el de Tom ya no estén en la Tierra. Solo me queda mi alma, rondando por las calles y recordando cada vez que paso por la calle Conde lo que viví junto a el. Ahora me queda bien claro, el amor no es eterno ; pero el alma de una persona si.
' Fin.